Los ganadores

Descripción

Brandon Rabanit es consultor jurídico y doctorando en derecho público nacional e internacional, y profesor a tiempo parcial en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Anatanarivo (Madagascar). Hace campaña para reforzar el Estado de derecho y para que todos los ciudadanos tengan acceso a la justicia. En 2017, fue uno de los miembros fundadores del Mouvement pour l'Intégrité des Elections et des Leaders (MIEL), cuyo objetivo es abogar por un proceso electoral íntegro y transparente para garantizar el acceso al poder de los líderes que se preocupan por los derechos humanos. Desde 2018, es miembro de la ONG Ivorary, una organización jurídica que hace campaña sobre diversos aspectos de los derechos humanos.

Entrevista con Brandon RABANIT - 29 de mayo de 2024

¿Podría presentarse?

Soy Brandon Rabanit, doctorando en Ciencias Jurídicas y profesor en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antanarivo, en Madagascar. También soy consultor jurídico y miembro de dos organizaciones de la sociedad civil en Madagascar, donde mi función es documentar e investigar cuestiones de derechos humanos en mi país.

Soy miembro de la ONG Ivorary desde finales de 2018. El objetivo de esta organización es promover la integridad y la transparencia en la gestión de los asuntos públicos y las administraciones malgaches. Es muy activa en la promoción de los derechos civiles y políticos (por ejemplo, elecciones, acceso a la información y a la justicia, libertad de expresión, etc.).

También participo activamente en la asociación Mouvement pour l'Ethique et la Déontologie de Madagascar (MEDEM), creada en 2008. Su objetivo es promover prácticas éticas en los servicios públicos, especialmente en el sistema judicial, su principal ámbito de actividad.

¿Puede describir su participación como Defensor de los Derechos Humanos?

Participo a dos niveles. El primero es la promoción de los llamados derechos de "primera generación", los derechos civiles y políticos (por ejemplo, la igualdad de acceso a los servicios públicos, el derecho a la seguridad, el derecho a la dignidad). Como profesora, inculco a los alumnos mi sentido del compromiso y la importancia de hacer valer los propios derechos, a pesar de las precarias condiciones de trabajo. El segundo es mi trabajo como asesor jurídico. A través de mis investigaciones y la publicación de mis conclusiones, intento aportar un valor añadido a los derechos humanos reforzando la documentación sobre la realidad del respeto de los derechos en Madagascar.

Mis actividades asociativas con las ONG Ivorary y MEDEM me permiten participar en la defensa de la aplicación de proyectos de derechos humanos.

¿Por qué decidió dedicarse a los derechos humanos?

Hay dos razones principales para mi implicación. La primera es mi pasión e interés por los derechos humanos, que tengo desde la infancia. Fue esta pasión la que me impulsó a estudiar Derecho y a dedicarme a mi profesión. La segunda es mi deber de solidaridad hacia mis conciudadanos. El respeto de los derechos humanos en Madagascar dista mucho de ser efectivo, debido a diversos factores (inseguridad económica y financiera, abuso de poder, inestabilidad política, etc.). Las sucesivas crisis que afectan a mi país contribuyen a perpetuar esta situación de ineficacia. Así que era mi deber implicarme y actuar como ciudadano.

Como dijo Einstein: "Quien tiene el privilegio de saber, tiene el deber de actuar". El principal problema de Madagascar es la falta de documentación y estudios sobre la situación de los derechos humanos, lo que impide evaluar el alcance de las violaciones existentes, y estoy trabajando para resolverlo.

¿Qué espera de la Iniciativa Marianne para consolidar su proyecto?

Mis expectativas al unirme al programa de la Iniciativa Marianne eran, ante todo, disponer de una plataforma para alertar a la comunidad internacional sobre la situación de los derechos humanos en mi país. A nivel personal, también quería ampliar mi red de contactos para crear asociaciones para mis proyectos. El objetivo de mi participación era también reforzar mis capacidades y adquirir nuevos conocimientos compartiendo seis meses con mis compañeros galardonados, pero también conociendo instituciones, organizaciones de la sociedad civil, etc.

¿Qué actividades le han resultado más útiles desde el inicio del programa?

En cuanto a los cursos, me gustó mucho el de Negociación y Liderazgo de Sciences Po, muy práctico y realista. El programa también nos da la oportunidad de hablar con personas de alto nivel y hacer gestiones ante diversas organizaciones internacionales (por ejemplo, las Naciones Unidas) y europeas (por ejemplo, durante los viajes a Ginebra y Estrasburgo), lo que me pareció muy útil para llamar la atención de la comunidad internacional. Gracias a estas reuniones y visitas institucionales, pude internacionalizar mi compromiso.

¿Qué piensa hacer cuando termine el programa?

Al finalizar el programa, tengo previsto concentrarme más en mis estudios, al tiempo que prosigo mis actividades como defensora de los derechos mediante la investigación y la publicación de artículos científicos sobre los derechos humanos en Madagascar. En concreto, me gustaría hacer un máster en Francia sobre derechos humanos o derecho de las libertades para especializarme más en estos temas.

También he tomado medidas para crear una asociación en Francia con conciudadanos que también están comprometidos con el respeto de los derechos civiles y políticos.

¿Desea añadir algo?

Me gustaría terminar con una cita que aprecio especialmente: "Nos ganamos la vida con lo que recibimos, pero le damos sentido con lo que ofrecemos".