Los ganadores

Descripción

Doctora iraquí en ginecología, Nagham Hasan lleva dos décadas trabajando por los derechos de las mujeres y las minorías religiosas, en particular la comunidad yezidí. En 2014, tras el ataque del Estado Islámico a la región de Sinjar, se implicó con los desplazados para proporcionarles ayuda médica. Poco después, cuando algunas mujeres lograron escapar del cautiverio, decidió asistirlas y ayudarlas a reconstruirse, tanto emocional como físicamente. De este modo, luchó por el reconocimiento del delito de genocidio y de la violencia sexual a la que fueron sometidas estas mujeres. En 2016, el Departamento de Estado de Estados Unidos la nombró Mujer Internacional de Coraje por su compromiso.

"Vi a toda mi gente, en el suelo, indefensa y sufriendo".

Entrevista con Nagham Nawsat HASAN - 19 de abril de 2024

¿Podría presentarse?

Soy Nagham Hasan, doctora en ginecología. Como defensora de los derechos humanos, trabajo por los derechos de las mujeres desde 2002, y por las minorías religiosas (en particular la comunidad yezidí) desde 2014.

¿Puede describir su compromiso como Defensor de los Derechos Humanos?

Desde 2002, he trabajado en varios proyectos de apoyo a los derechos de la mujer. Fue en 2014, tras el ataque del Estado Islámico a la región de Sinjar y, por tanto, a la comunidad yezidí, cuando empecé a implicarme con la comunidad yezidí. Poco después del ataque, fui allí y fui testigo de la violencia y las violaciones de derechos (trata de personas, violaciones, torturas, etc.). Decidí implicarme como médico para proporcionarles ayuda médica, asistirles y ayudarles a reconstruir sus vidas. A falta de instalaciones médicas (físicas, psicológicas) destruidas por el ataque, intervine para trasladar a los pacientes a Italia y que pudieran recibir un tratamiento adecuado.

También estoy luchando con la comunidad internacional para que se reconozca el delito de genocidio y la violencia sexual sufrida por estas mujeres.

¿Por qué decidió dedicarse a los derechos humanos?

Decidí participar por varias razones:

El primero es la situación de las mujeres en Oriente Medio, ante el auge de los extremos y donde no se respetan sus derechos;

El segundo es el ataque del Estado Islámico a la región de Sinjar y sus repercusiones en las mujeres, en particular la violación de su dignidad. Como mujer, decidí implicarme porque no podía soportar ver cómo se violaban sus derechos;

La tercera es más personal. Soy ginecóloga y yezidi. Como tal, puedo trabajar con las mujeres de la mejor manera posible y ellas confían en mí.

¿Cómo le ayudó la Iniciativa Marianne a hacer realidad su proyecto?

Ante todo, me gustaría dar las gracias a la Iniciativa Marianne por haberme seleccionado como ganadora y haberme dado la oportunidad de participar en el programa en 2022. Este programa me ha empoderado en mi lucha por los supervivientes yazidíes, pero también por la liberación de la mujer. La Iniciativa también me ha dado el valor para continuar mi compromiso contra la opresión y para apoyar a las personas necesitadas.

¿Qué actividades le han resultado más útiles durante el programa?

Todas las actividades fueron buenas y adquirimos conocimientos a lo largo del programa. Visitar instituciones gubernamentales fue lo más beneficioso para mí, para hacer oír las voces de la comunidad yezidí y de los supervivientes exiliados en Francia. Los encuentros con las ONG también me han permitido establecer colaboraciones para facilitar mi trabajo en Iraq, sobre todo para crear estructuras permanentes que compensen la destrucción de las instalaciones médicas y psicológicas. Estas estructuras son absolutamente necesarias, en un contexto en el que el genocidio de esta comunidad continúa hasta nuestros días.

¿Qué hizo al final del programa?

Gracias a los encuentros que hice durante el programa, mi lucha fue más fácil: por ejemplo, recibí el apoyo de la Embajada de Francia en Bagdad. Nuestra colaboración ha permitido abrir centros para mujeres.

¿Desea añadir algo?

Espero que la comunidad internacional y la sociedad civil puedan apoyarnos para encontrar una solución para las mujeres y los niños que son víctimas del Estado Islámico en Irak. Espero que Francia siga apoyando a los yezidíes y reconozca la situación actual como genocidio. También espero que los supervivientes puedan recibir tratamiento y que se construyan hospitales en Sinjar.

Agradezco al gobierno francés su apoyo y espero que siga apoyándonos en la reconstrucción de la comunidad yezidí para que pueda vivir en paz con otros pueblos.