Descripción
Eliecer Arias Arias es un indígena del pueblo kankuamo de Colombia. Es defensor de los derechos humanos y miembro del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE). Su familia fue víctima de desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales cometidas por las fuerzas militares colombianas. Desde entonces, acompaña y asesora a familias que han sufrido los mismos crímenes en Colombia. Eliecer ha sido víctima de amenazas por su activismo, que le han llevado a vivir desplazado en la capital del país.
Entrevista con Eliecer Arias Arias - Martes 28 de noviembre de 2023
¿Podría presentarse?
Me llamo Eliecer ARIAS y procedo del pueblo indígena kankuamo de Colombia. Trabajo como defensor de los derechos humanos con el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado(MOVICE) desde hace unos quince años. Este compromiso comenzó a raíz de la desaparición forzada de mis dos hermanos, víctimas de ejecuciones extrajudiciales por parte de las fuerzas militares colombianas.
Desde entonces, trabajo y asesoro a familias que han sufrido los mismos crímenes en Colombia. En particular, trabajo en la lucha contra las desapariciones forzadas, apoyando a otras familias víctimas que han visto desaparecer a sus seres queridos.
También lucho contra la impunidad que caracteriza al sistema judicial colombiano con respecto a las víctimas de desaparición forzada y sus familias. Según la legislación colombiana, si transcurridos 6 meses no se tienen noticias de la persona desaparecida, se cierra la investigación.
¿Podría contarme algo más sobre su proyecto y su asociación?
Mi compromiso consiste en dar seguimiento y apoyo a los casos de personas que han sido víctimas de desaparición forzada, garantizar el envío de documentos que ayuden en su búsqueda y hacer circular peticiones pidiendo justicia y respeto a los derechos de estas personas y sus familias.
Este compromiso implica también proporcionar a las familias todos los medios necesarios para llevar a cabo sus investigaciones, o tener derecho a encontrar el cuerpo de la persona y despedirse de ella en caso de fallecimiento. Esto significa luchar por el derecho a utilizar el proceso de exhumación para las víctimas de ejecuciones extrajudiciales, de modo que la familia pueda averiguar lo que ocurrió realmente. Es esencial apoyar a las familias en este proceso y hacer que se reconozcan sus derechos: reconocimiento del cuerpo, derecho a un funeral apropiado. Sin esto, la incertidumbre persiste y el periodo de duelo no puede llevarse a cabo, condenando a los familiares y seres queridos de la víctima a un sufrimiento permanente.
Por último, mi trabajo como Defensora de Derechos pretende fortalecer la lucha contra las desapariciones forzadas en la conciencia colectiva y el debate público en Colombia.
¿Cómo le ha ayudado la iniciativa Marianne a hacer realidad su proyecto? ¿Qué actividades le han resultado más útiles durante el programa?
Siempre estaré muy agradecido a la República Francesa y a los miembros de la Iniciativa por haberme dado la oportunidad de participar en el programa. Es un honor haber sido seleccionada entre tantos defensores de los derechos humanos; sé que había más de 600 solicitudes y sólo 15 fueron seleccionadas.
Esta oportunidad me permitió reforzar mis conocimientos y competencias como defensora de los derechos humanos y establecer contactos con otros defensores de los derechos humanos en Francia.
De vuelta en Colombia, pude aprovechar estas lecciones, pero también los recursos que me proporcionaba la Iniciativa Marianne. Por ejemplo, utilicé parte de los recursos que recibía cada mes (Nota del editor: los ganadores del Programa de la Iniciativa Marianne reciben una subvención mensual para cubrir sus gastos cotidianos y financiar su proyecto de activismo) para apoyar a una familia cuyo miembro había fallecido tras una desaparición. Esta suma se utilizó para cubrir los gastos del funeral y también para ayudar a mantener a la familia durante un tiempo. Creo que este apoyo es esencial, para que las familias que no tienen medios puedan iniciar el proceso de duelo.
Por último, la Iniciativa Marianne ha sido de gran ayuda en el desarrollo de mi proyecto de construir un centro de formación y capacitación para la defensa de los jóvenes y las mujeres víctimas de conflictos armados. He conseguido organizar una primera reunión con un grupo de jóvenes comprometidos, llamados a convertirse en futuros líderes de esta lucha. Mi ambición es contribuir a su formación, para que estén en condiciones de defender eficazmente a las víctimas del conflicto armado en Colombia y a escala internacional, así como los derechos de los pueblos indígenas en Colombia.
¿Ha mantenido el contacto con muchos de los otros ganadores desde el final del programa?
Sólo con mis amigas de Venezuela (Ana Leonor Acosta Mérida), Perú (Karin Ruth Anchelia Jesusi), El Salvador (Virginia Roque Aguilar) y Camerún (Estelle Ewoule Lobe).
Me hubiera gustado compartir más información sobre mis compromisos activistas en los meses siguientes al final de la Iniciativa Marianne, pero tuve un problema de salud a mi regreso a Colombia, que me obligó a estar hospitalizada durante dos meses. Ahora estoy mejor, y me alegra poder empezar a trabajar de nuevo, y compartir los frutos de este trabajo en defensa de las víctimas de desaparición forzada con la red de activistas que he podido conocer en Francia.
¿Desea añadir algo?
Sí, me gustaría enviar un mensaje a los futuros galardonados de la promoción de 2024: la participación en la Iniciativa Marianne es una oportunidad única que deberían aprovechar al máximo; tenemos acceso a una formación de gran calidad que contribuye a reforzar nuestro proyecto activista. El programa también ofrece oportunidades excepcionales para que los defensores de los derechos se conozcan entre sí y con diversas organizaciones. Como defensores de los derechos humanos, hemos sido seleccionados entre un gran número de candidatos, por lo que debemos aprovechar al máximo esta experiencia.
¿Tiene alguna pregunta? Estaremos encantados de escucharle.
Póngase en contacto con